enseñar lo que no es cierto, de poner en la conciencia de los cristianos cosas que Cristo mismo no impone, o eliminar cosas que él insiste que debemos soportar? ¿Cuánto daño podría hacer con mi ignorancia y con mi torpeza exegética?” A tales estudiantes solo puedo decirles que cometerán más errores no embarcándose en este estudio que enfrentándose a las cuestiones difíciles y mejorando sus habilidades. La gran diferencia es que en el primer caso no serán conscientes de los errores que cometan. Si
Page 29